Ya estamos aquí. Un sueño acariciado durante más de un año, que se forjó bajo la inspiración del enorme compositor que dejó una de las huellas más prominentes en la música occidental, y que cuajó con la oportunidad de conmemorar el 300 aniversario de una de sus obras más importantes y que marcó no sólo la técnica y el repertorio para teclado que habría de venir, sino las reglas de la armonía y de la composición, del estilo musical en general…
Se trata del «Clave bien Temperado», la monumental colección de 48 Preludios y Fugas en dos volúmenes que Johann Sebastian Bach compuso a lo largo de diferentes épocas de su vida, y cuya primera publicación tuvo lugar hace ahora precisamente 300 años. Con este proyecto pretendemos, a través de la difusión de esta heterogénea, casi «retrospectiva» obra del maestro de Eisenach y, en la medida en que podamos, mostrar su universalidad y su vigencia, no sólo en el campo musical, sino también en relación con otras manifestaciones artísticas. Y de esta manera y en último término, llegar a aportar una prueba más de lo imperecedero del auténtico arte, el que él de manera visionaria aportó a nuestra cultura y que hoy sigue sonando extraña y rabiosamente actual, vivo…¿humano? O como el maestro Andras Schiff dice, «cósmico».
El Real Conservatorio Profesional «Julián Arcas» de Almería muestra orgulloso a su entrada, grafiteado sobre su pared de ladrillo visto, la efigie del genio alemán. Bach y grafiti, tradición y modernidad ¿Opuestos? En absoluto. Son lo mismo. La inspiración auténtica, el gran arte, es eterno y por tanto también actual; se fusiona y evoluciona en un movimiento continuo que es, en definitiva, lo que en sucesivas oleadas durante la historia, de manera cíclica, le lleva a enriquecerse y, por tanto, a enriquecernos también como seres humanos.
El «Clave bien Temperado» (o «CBT«, como lo solemos abreviar) será, en este viaje que emprendemos, la maravillosa máquina del tiempo que demostrará que el arte de verdad no muere, sino que se transforma y evoluciona, y que puede conmover nuestro espíritu igual ahora que hace 300 años. Todo un consuelo a la vez que una paradoja, el saber que en los deshumanizados tiempos que parecemos vivir, al final queda la esperanza de nuestra humanidad.
Acompáñennos en este viaje y maravíllense con nosotros.